Cuentan una vieja leyenda Escandinava,
que los girasoles son mágicos.
Según se cree, cuando esta flor nace y llega a la altura de tu corazón, debes hablarle muy bajito y pedirle lo que más deseas,
con toda la fuerza de tu alma.
Este de la foto esta en mi patio y lo he cuidado con mimo
esperando que llegara a la altura justa, para pedirle toda su magia.
Llegado el momento le susurre mi deseo mas anhelado,
lo que pido todos los días lo que suplico todas las noches,
algo que sanara mis heridas mas profundas y me devolverá la alegría perdida.
Aires del Norte con la magia de sus leyendas que así sea.