Igual que,
puede evocar a la infancia más tierna y
feliz, nos puede transportar al más triste recuerdo, sobre todo con las ausencias,
que dejan el alma rota para siempre.
Pueden ser
fechas de gran esfuerzo emocional, para
muchos desarraigados, que cada día deambulan por
nuestras ciudades, tristes,
perdidos entre su pobreza y sus propios
desaciertos.
En estos días
de luces brillantes, adornos navideños en nuestras calles, con lindos escaparates
repletos de dulces y regalos, paseamos con un deseo de ser contagiados por esa
ilusión falsa, tratamos de engañarnos y ser parte de la mentira. Hay que abrir
el corazón y tener los pies en la tierra, no podemos ser felices ignorando el
sufrimiento de tantos, muchos, demasiados.
La palabra
clave es la Solidaridad mas que
nunca en estos tiempos de carencias debemos ayudar a nuestro prójimo, si
miramos con mas intensidad descubriremos gente necesitada muy cerca y ahí esta
nuestro objetivo, tener unas Fiestas solidarias, compartiendo lo que podamos,
porque en estos días se abre la veda del soborno, a la ingratitud, al egoísmo a
querer ser un poquito mejores y solo por eso bendita sea la Navidad.